Hace 13 años, el popular escritor Alan Wake desapareció en el pueblo de Bright Falls en misteriosas circunstancias. Mientras el mundo exterior seguía su curso, Alan estaba atrapado en el ugar oscuro, una extraña dimensión donde sus historias cobraban vida.
Sentado frente a la máquina de escribir, Alan escribía página tras página. El tiempo parecía haberse detenido fuera de su cabaña. Conjuraba horrores y demonios extraídos de los rincones más recónditos de su mente para escribir una historia que le permitiera huir del lugar oscuro. Cuando eso ocurriera, Alan podría regresar al mundo real y reunirse con Alice, su esposa.
Por desgracia, nunca sucedió. Tras una eternidad escribiendo, Alan perdió la esperanza de recuperar su vida anterior.
Y entonces recordó algo. Era uno de los primeros guiones que había escrito para la serie "Night Springs" hacía muchos años. Un thriller sobrenatural al que había llamado "Dead of Night" sobre un grupo de personas atrapado en un mundo de pesadilla. El episodio terminaba con todos escapando con... con...
Alan trató de hacer memoria. Su época de "Night Springs" era cosa del pasado y el lugar oscuro era un ladrón de tiempo y de recuerdos.
La única solución era que Alan recreara el guion tal y como lo recordaba. Iba a necesitar varios borradores hasta que pudiera acordarse del final del episodio.
Con cada repetición del guion, el lugar oscuro cambiaba alrededor de Alan y lo colocaba en el centro de la acción. Cada final fallido lo llevaba de vuelta a la cabaña y a la máquina de escribir. Alan no perdía el ánimo y lo seguía intentando una y otra vez, hasta que el final llegó a él como un susurro en su mente.
Escribió el borrador final y volvió a verse rodeado por sus personajes frente a un muro de niebla negra. Mirar aquella niebla le ponía los pelos de punta, pero sabía que el episodio terminaba así. Observó cómo sus personajes atravesaban el muro de niebla, dejando atrás aquel mundo de pesadilla.
Alan se quedó mirando el muro y se percató de algo: el episodio tenía un final ambiguo. ¿Los personajes volvían a casa ¿Regresaban con sus seres queridos? No lograba recordar cuál había sido su intención.
Quiso darse la vuelta, empezar de cero y redactar un último borrador. Sin embargo, poco después de que se le ocurriera esa idea, vio algo: una tenue luz parpadeando en las entrañas de la niebla.
Era una señal. Un camino de vuelta a casa. Después de tanto tiempo, allí estaba, delante de sus narices...
Alan respiró hondo con nerviosismo y se adentró en la niebla, sin apartar la vista de la luz que vislumbraba a lo lejos.