Charles Lee Ray, el infame estrangulador de Lakeshore, murió a tiros tras provocar una masacre. Sin embargo, logró escapar de la muerte transfiriendo su alma mediante un maleficio a un muñeco de la marca Good Guys llamado Chucky.
Pero Chucky no quería ser un Good Guy para siempre y sabía que solo había una forma de resolver el problema: poseer el cuerpo de Andy Barclay, la primera persona a la que le había revelado su secreto. Después de que fallase el primer intento, Chucky tardó dos años en encontrar a Andy otra vez.
Ahora que nadie se interponía entre Chucky y Andy, llevó al niño a la fábrica de Good Guys para completar el proceso de poseer su cuerpo. Pero la hermanastra de Andy, Kyle, se dio cuenta de que algo no iba bien y decidió seguir a Andy a la fábrica.
Ya en el interior, Chucky tiró al niño al suelo y empezó a pronunciar un encantamiento muy antiguo para poder poseer su cuerpo. Sin embargo, el ritual no salió como se esperaba: como medida desesperada, Kyle lanzó un montón de cajas de los Good Guys sobre el muñeco.
Chucky gritó frustrado mientras trataba de salir de entre las cajas. Después, se tranquilizó y observó el pasillo iluminado, donde vio a Andy correr hacia una niebla espesa y agitada. Al principio pensó que su mente le estaba jugando una mala pasada, pero después se percató de que la niebla era real y quería ayudarle. Sus palabras no habían funcionado como él quería, pero había logrado conjurar otra cosa: algo inesperado que no era capaz de comprender.
No iba a desperdiciar su única oportunidad de tener un cuerpo humano, así que corrió hacia la niebla gritando, en busca de Andy.